Beneficios del contraste de aguas para tu salud

Contraste de Aguas

Uno de los principales objetivos al visitar un Spa, Balneario, Centro Wellness… es dejarse llevar por los sentidos, variar la monotonía (que no la rutina) y recuperar salud tanto física como psíquicamente.

No obstante, dentro de los propias instalaciones, normalmente se especifican determinados recorridos para que los usuarios puedan obtener el mayor beneficio siguiendo un orden de estaciones determinado que vaya estimulando distintas zonas del cuerpo de forma progresiva y no se produzca ningún cambio brusco.

Los cambios de temperatura en los tratamientos de hidroterapia

En los tratamientos de hidroterapia existen distintos tipos de aplicaciones de agua: fría, templada y caliente. Dependiendo del efecto que se desee conseguir, pueden alternarse unas y otras. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los cambios de temperatura del agua pueden ser peligrosos para aquellas personas que sufran de afecciones cardiovasculares.

Agua fría

Las aplicaciones de agua fría se realizan de forma general sobre el cuerpo previamente calentado y en un entorno relativamente caliente. Así, se consigue que el metabolismo se estimule, favoreciendo el flujo sanguíneo y la musculatura. Normalmente, la temperatura del agua suele estar en torno a 12-16ºC.

Agua tibia

Por su parte, el agua tibia incide en el sistema nervioso para conseguir un efecto inmediato de relajación parecido a la sedación, e incluso provocando cierta somnolencia. La temperatura a la que se suele aplicar es de entre 26 y 30ºC y se suele utilizar en bañeras o jacuzzis de agua tibia, con suaves masajes sobre la piel.

Agua caliente

Finalmente, los beneficios de las terapias de agua caliente son aún superiores al resto, ya que si se aplican durante un período largo de tiempo resultan estimulantes y, si se realiza en sesiones más cortas, son sedantes y relajantes.

Además, la elevada temperatura del agua facilita el proceso de transpiración y sudoración, mediante el que se eliminan toxinas, líquidos sobrantes y células muertas. La temperatura tiene que ser superior a la del cuerpo humano, por encima de los 36ºC.

No obstante, y a pesar de los beneficios que pueda tener la aplicación de aguas a diferentes temperaturas por separado, el contraste ente frío y calor es lo que realmente estimula la corriente sanguínea, pudiendo tratar además afecciones de las articulaciones y de las extremidades.

Jacuzzis templados y calientes y pozos de agua fría

La mayoría de los spas cuenta con jacuzzis templados y calientes y los denominados pozos de agua fría. En la práctica, este circuito consiste en sumergirse en el jacuzzi caliente unos minutos , luego rápidamente en el pozo de agua fría durante aproximadamente un minuto y de nuevo sumergirse en el caliente, alternando la operación hasta completar un máximo de 15 minutos.

Sobre la marcha, el usuario nota los efectos estimulantes del contraste y el sistema empieza a reaccionar positivamente a esta alternancia. La temperatura del agua que se va a utilizar debe oscilar entre los 16 y 18ºC (la fría) y entre 38 y 40ºC (la caliente).

Otra manera de aplicar el contraste de temperaturas es mediante las denominadas duchas de contrastes, donde se van alternando chorros a distintas temperaturas. El caso más extremo sería el cubo de agua fría.

Estas alternancias son muy eficaces y recomendables en el tratamiento de procesos inflamatorios localizados, sobre todo de las articulaciones.

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Imagen: freepik

Acerca del autor:

Cliente habitual de centros de spas y thalasso. Apasionada del mundo wellness y redactora de contenidos sobre bienestar y cuidado personal. Para un día perfecto: jacuzzi con burbujas, chocolaterapia y un healthy brunch.