Spa Privado: intimidad con tu pareja o amigos

Dedicarnos tiempo a cuidarnos, mimar nuestra piel, distender la mente, encontrar un momento de paz entre tanto ajetreo, ir y venir de personas y obligaciones diarias cada vez se ha ido convirtiendo en una necesidad, más que en un capricho ocasional.

Por esta razón los centros wellness, spas, balnearios… han ido cobrando fuerza en los últimos años como lugares donde poder reencontrarte contigo mismo y disfrutar de todos los tratamientos, masajes, circuitos… que ofrecen.

Sin embargo, muchos son los que se muestran reticentes a acudir a los spas debido a que el aumento de la demanda deriva, también, en una mayor afluencia de gente en las instalaciones. Y la verdad es que, reconozcámoslo, a nadie le apetece estar relajado en el jacuzzi y que, cerca de ti, se siente algún desconocido; o que mientras elimines toxinas en la sauna, otros también lo hagan e invadan, de alguna manera, tu momento de distensión.

Aunque muchos spas han tomado medidas al respecto restringiendo el aforo por franjas horarias o limitando el acceso a solo algunos grupos de edad para asegurar el descanso absoluto, existe también otra alternativa… ¡los spas privados!

¿Qué es un spa privado?

Ahora que sabemos que existe esta opción, nos asaltan algunas dudas…¿será realmente privado? ¿entrará alguien mientras estemos relajándonos? ¿qué implica que sea privado? No te preocupes, tenemos una respuesta para todo.

1.-) ¿El spa es realmente privado?

Cuando un spa añade el adjetivo ‘privado’ a alguno de sus servicios implica justamente eso, que es íntimo, particular. Todos los masajes y tratamientos que se llevan a cabo siempre se realizan en la más estricta intimidad, solo con la presencia del terapeuta o de los terapeutas, si se trata de un servicio que requiera la presencia de varios. Además, puedes compartir el espacio con una persona especial si has elegido previamente la opción de cabina doble.

Si de lo que se trata es del circuito spa privado, existen varias opciones que implican un mayor o menor grado de intimidad:

  • Habitación con jacuzzi, saunas, duchas de contraste o solo jacuzzi: existen spas que cuentan con espacios cerrados y reservados exclusivamente para el disfrute en la intimidad. La duración suele ser más bien limitada, en torno a una hora, y permite el acceso solo a las personas que hayan adquirido ese servicio de forma conjunta. El personal del spa accederá únicamente a la sala al comienzo para explicar las normas y brindar a los clientes agua, champán, frutas… si están incluidos en el servicio.
  • Reserva de todas las instalaciones del spa: de la misma forma que puedes disfrutar solo de una parte del spa, hay centros wellness que permiten la reserva de sus instalaciones en conjunto. Normalmente, esta opción está diseñada para grupos de amigos que deseen realizar algún tipo de evento en privado, como cumpleaños, despedidas… y quieran contar con un espacio exclusivo para ellos. En este caso, sí habrá personal de seguridad y monitores velando por el buen desarrollo de la sesión de spa.
  • Circuito spa semiprivado: una opción a medias entre las dos anteriores es la posibilidad de realizar el circuito spa con un aforo muy reducido y con la presencia intermitente de un monitor de sala que pueda ir indicando cómo realizar el circuito.

Combinación de privado y no privado: también existe la alternativa de realizar, por ejemplo, el circuito spa de manera pública y solamente convertir en íntima una parte del recorrido por un plus económico. Este sería el caso de spas que ofrezcan zonas VIP o reservadas con las que complementar el resto de servicios,

2.-) ¿Puede entrar alguien mientras esté en el spa privado?

Si nos ceñimos exclusivamente a la opción de spa privado como una sala cerrada con jacuzzi, sauna, duchas de contraste, etc. o con solo jacuzzi, en ese caso, no debería entrar nadie a la sala, excepto los beneficiarios. Solamente un monitor o terapeuta indicará las normas al comienzo y entrará al finalizar para indicar que el tiempo se ha consumido.

3.-) ¿Al ser privado puedo hacer lo que quiera?

Cuando nos dicen que contamos con un espacio donde gozar de plena intimidad, nuestra imaginación vuela rápidamente, pero debemos tener en cuenta una serie de puntos:

  • Privado sí, pero compartido. Aunque disfrutemos del espacio durante un tiempo limitado solo para nosotros, no debemos olvidar que se trata de un lugar compartido con otros, antes y después de nuestro disfrute. Por ello, siempre hay que mantener unas normas de higiene básicas y, por ejemplo, evitar añadir jabones, esencias, sales colorantes… o cualquier otro aditivo a las zonas con agua; entre otras prácticas. A muchos puede parecerle sugerente, pero no respeta al resto de usuarios.
  • La privacidad permite cualquier intimidad. Desde luego, los spas privados, sobre todo aquellos que consisten en habitaciones cerradas, dejan en el aire la posibilidad abrir nuestra mente y despejar tabúes en su interior, pero siempre hay que recordar, que la intención final de este tipo de servicios es permitir a los usuarios relajarse y distender la mente en un ambiente acogedor y cómodo, ya sea en pareja, con amigos, familia… Todo aquello que vaya más allá de esta premisa, siempre debe hacerse con el máximo respeto por las instalaciones y el resto de usuarios.
  • Bye, bye, bañador. Una de las ventajas de gozar de un espacio solo para nosotros es que… ¡podemos decir adiós al bañador! Si vas a compartir la experiencia con tu pareja, amigos, familia… y todos están de acuerdo, es otra forma de disfrutar del relax sin complejos ni incómodos bañadores. No obstante, los spas pueden tener normas al respecto y, aunque permiten la privacidad, pueden no autorizar el nudismo en el spa, ya que implica en sí mismo otras derivaciones de carácter higiénico.

Tipos de spa privado

Aparte de las distintas variantes de spa privado que podemos encontrar, como comenté anteriormente, también existen diversas opciones según su estructura, momento del día, compañía… dependiendo de cada spa.

¡Toma nota y elige la que más te guste!

  • Spa privado al aire libre o techado: sobre todo en las ciudades más cálidas o en la época estival, los spas privados al aire libre son un verdadero must. Si ya resulta atractiva la idea de disfrutar de un circuito spa en la intimidad en un espacio reservado, si le sumamos la posibilidad de hacerlo bajo un sol radiante o la luz titilante de las estrellas… ¡la experiencia se vuelve suprema!
  • Spa privado nocturno o de día: el aura sugerente de los spas privados llama la atención tanto de día como de noche, pero sin lugar a dudas, a la hora crepuscular todo parece mucho más mágico y misterioso. Si quieres sorprender a alguien especial, la opción de un spa privado bajo la luz de la luna puede ser todo un acierto inolvidable. De hecho, existen spas que abren sus puertas solo las noches de luna llena para convertir la velada en un momento místico…
  • Spa privado en pareja, familia o con amigos: es verdad que cuando uno piensa en un spa íntimo, lo primero que le viene a la mente es disfrutarlo con su pareja o esa persona especial con la que compartir besos entre las burbujas del jacuzzi y la efervescencia del champán, pero… ¡también hay más opciones! Puedes reservar un spa entero para celebrar el cumpleaños de tu mejor amiga y todas las chicas del grupo, o invitar a tu familia a una jornada de spa solo para ustedes… ¡existen un montón de combinaciones!

Si te apetece disfrutar en primera persona de una experiencia privada en el spa, contamos con una gran variedad de opciones dentro del territorio nacional. Encuentra la que esté más cerca de ti y prepárate para una velada realmente inolvidable…

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Acerca del autor:

Cliente habitual de centros de spas y thalasso. Apasionada del mundo wellness y redactora de contenidos sobre bienestar y cuidado personal. Para un día perfecto: jacuzzi con burbujas, chocolaterapia y un healthy brunch.