¿Vas al spa? No te olvides de llevar esto

Qué llevar al Spa

Si es tu primera vez, que no te entren los nervios…

Si nunca has visitado un Spa es normal que te asalten muchas dudas respecto a cómo va a ser la experiencia:

  • ¿Si pido un masaje, me tengo que quedar sin ropa del todo?
  • ¿Tengo que llevar chanclas o me las dan allí?
  • ¿Y si tengo lentillas?
  • ¿Qué pasa si se me olvida el bañador?
  • ¿Hay secador en los vestuarios?

Con este artículo quiero aclararte algunas de ellas, en especial, las relacionadas con las cosas que debes llevar antes de desconectar del mundo en el circuito de aguas:

¿Bikini o bañador?

Nunca te olvides de llevar tu bañador, bikini… al spa. No hace falta que lo lleves puesto, porque todos los centros de este tipo disponen de vestuarios y baños para poder cambiarte de ropa tranquilamente y en intimidad. Hay spas que pertenecen a hoteles y estos cuentan con pequeñas tiendas de souvenirs y ropa en las que podrías adquirir un bañador a última hora en caso de que se te haya olvidado, pero recuerda, no es lo común y sin llevarlo puesto no vas a poder tener acceso a las instalaciones.

A la hora de elegir el bañador ideal, intenta que sea con el que más cómodo te sientas y, por qué no, con el que mejor te veas. Normalmente, los trikinis, bikinis con tanga o con la copa muy pequeña (tipo triángulo) pueden moverse de su sitio durante el circuito acuático a causa de la potencia de los chorros o los movimientos que se hagan y resultar menos apropiados para un spa. Por eso, mejor decantarse por bañadores de una sola pieza o bikinis bien sujetos y que ya hayas utilizado en otras ocasiones, o conjunto de top y culotte. En el caso de los hombres, un slip cómodo o un bañador tipo short también sería lo más convencional. Eligiendo una prenda de baño con la que te veas bien y te sientas con pleno confort, no solo podrás disfrutar de la máxima relajación, sino que te sentirás atractivo y tu actitud será más positiva.

Lentillas o gafas

Las personas con problemas de visión  se inquietan cuando tiene que pasar el día en alguna actividad acuática porque siempre ocurre el mismo dilema: ¿llevar gafas? ¿usar lentillas? ¿no llevar ninguna de las dos opciones y apañarse con la vista que tengamos…? A la hora de ir al Spa hay que tener en cuenta que las estaciones acuáticas cuentan con chorros a presión, agua burbujeante… y que los baños turcos albergan gran vapor y humedad en su interior. Por ello, la opción de llevar gafas es la menos recomendable, porque se estarán mojando continuamente por salpicaduras o se empañarán con el vaho. Además, si deseas sumergirte en las piscinas, es un tedio estar quitándotelas y poniéndotelas. Mejor idea es utilizar lentillas para ese día en concreto, con cuidado de no abrir nunca los ojos debajo del agua y teniendo especial cuidado en piscinas con agua salada, los flotariums, que pueden irritarnos los ojos si llegaran a entrar en contacto con el agua salinizada. Si no te gusta llevar lentillas, no las utilizas a menudo o simplemente no te apetece, siempre queda la opción de disfrutar del spa sin el 100% de tu visión. No es lo más cómodo (sobre todo en el caso de miopías avanzadas), ni recomendable, porque forzar la vista o estar durante tiempo continuado sin ver puede producirte mareos, pero para un corto espacio de tiempo y si no tienes muchas dioptrías, puede llegar a ser una solución.

Toalla o albornoz, chanclas y gorro

Normalmente, los spas ofrecen dentro del precio del circuito estos elementos esenciales para un correcto disfrute y uso de sus instalaciones. Sin embargo, hay otros que lo cobran como un extra o, directamente, no lo incluyen, esperando que sean los propios clientes quienes los lleven.

Toalla

En este último caso, es mejor decantarse por una toalla de microfibra, porque seca muchísimo más rápido y no se empapa. Hay spas que tienen diferentes estaciones: baño turco, pediluvio, cascadas… y para ir de una a otra tienes que rodearte con la toalla o albornoz y estos se van mojando cada vez más, de modo que al final del recorrido cargas a tus espaldas con una especie de abrigo encharcado y húmedo que pesa mucho y resulta desagradable al contacto con la piel.

Gorro de ducha

En cuanto al temido gorro de ducha que nadie quiere utilizar porque disminuye el atractivo personal sobre la marcha, hay centros que lo exigen y otros que no. En líneas generales, los spas suelen ofrecer gorros desechables de ducha o más duraderos de goma (parecidos a los de natación). No obstante, si tienes el pelo largo, es recomendable que lo lleves recogido: no solo te sentirás más cómodo, sino que también evitarás importunar a otros usuarios con tus cabellos.

Chanclas

Respecto a las chanclas, sí que es más usual que las lleven los propios clientes, porque son las de su número, saben cómo les quedan y piensan que así es más higiénico. De todas maneras, hay spas que también te aportan las chanclas, que siempre deben ser de plástico o de materiales que no resbalen ni empapen.

En la página web del spa, en sus Condiciones, se indicará normalmente si la toalla, las chanclas, el gorro… están incluidos o no.

Cambio de ropa extra

Si vas con el bañador puesto debajo de tu ropa al spa, no te olvides de llevar contigo una muda de bañador o de ropa interior, porque si no, al salir, no te quedará más remedio que volverte a poner la prenda de baño empapada, una sensación de lo más desagradable.

Neceser con artículos personales

Tras la visita al circuito spa y la cabina de tratamientos, en el caso de que hayas contratado alguno, toca ir al vestuario para cambiarte, arreglarte… si eres presumido, no olvides tu neceser en casa, así podrás realizar en el spa tu ritual de cuidados estéticos rutinario:

  • Desodorante.
  • Crema hidratante.
  • Cosméticos.
  • Trabas para el pelo.
  • Pinzas.
  • Lima de uñas…

Gel y champú

Otra de las temidas preguntas antes de ir al Spa… ¿habrá champú y gel en las duchas o tengo que llevármelos de casa? Lo ideal es que los spas cuenten dentro de las propias duchas individuales con dispensadores 2 en 1 de gel y champú al mismo tiempo, polivalentes, para que lo tengas todo a la mano.

La mayoría de los centros de este tipo, disponen de este sistema, pero por si acaso, intenta incluir en el neceser pequeños sobres de muestras de geles y champús que puedan sacarte de un apuro en alguna ocasión. Igualmente, dependiendo de las necesidades de tu cabello, puedes preferir llevar tus propios productos de cuidado capilar; no hay problema alguno.

Plancha para el pelo, secador, cepillos

Especialmente en el caso de las chicas, al salir del spa y, posteriormente de la ducha, desean moldearse el pelo como harían en su casa. Para no tener ningún contratiempo, no olvides llevar tu peine o cepillo habitual, que te garantizará que al menos puedas salir con el cabello desenredado y peinado. Además, puedes incluir espumas o geles con los que puedas dar forma al pelo. Hay spas que, además, disponen de planchas y secadores para que puedas terminar de dar el toque final a tu look, pero no es la tónica común.

Lo más importante que debes llevar contigo son, sin duda, las ganas de vivir una experiencia inolvidable, ya sea solo o en compañía, ya que el principal objetivo de los spas es que te relajes y desestreses. Si vas a estar pensando previamente en todo lo que te puede pasar allí o si tendrán todo lo que “supuestamente” necesitas para que la velada sea perfecta, al final solo será una fuente de preocupaciones, más que un momento de distensión y paz.

Acerca del autor:

Cliente habitual de centros de spas y thalasso. Apasionada del mundo wellness y redactora de contenidos sobre bienestar y cuidado personal. Para un día perfecto: jacuzzi con burbujas, chocolaterapia y un healthy brunch.