Cromoterapia: la terapia curativa a través de los colores

Quizás has ido alguna vez a un spa y al recorrer el área termal te has encontrado con una sucesión de luces de colores, o quizás has disfrutado de un masaje y la iluminación ha ido variando desde las tonalidades más tenues a las más vivas.

Ahora bien, ¿te has preguntado alguna vez por qué se utilizan estos colores y qué función tienen? ¿Sabías que existe una disciplina conocida como cromoterapia y que se conoce desde hace más de 5.000 años? A lo largo de este artículo te contaré en qué consiste esta técnica milenaria, cuáles son sus beneficios y cómo puedes aprovecharte de ella para mejorar tu bienestar.

Qué es la cromoterapia

El uso de los colores con fines terapéuticos se conoce con el nombre de cromoterapia (cromo = color; terapia = tratamiento de enfermedad). Aunque el término pueda parecer relativamente nuevo, lo cierto es que el estudio de las propiedades de la luz sobre el cuerpo humano y su aplicación con fines terapéuticos se remonta a tiempos de civilizaciones tan antiguas con las de Egipto, China o La India.

La cromoterapia en el antiguo Egipto

En Egipto, se creía que la cromoterapia había sido descubierta por el dios Tot (dios de la sabiduría, la escritura, la música y los conjuros) y a ella se le atribuían propiedades curativas que podían utilizarse como remedio para tratar diferentes enfermedades. Hasta cierto punto, se trata de algo lógico si se tiene en cuenta la importancia del sol como divinidad en esta cultura y no es de extrañar que a él se le otorgaran propiedades mágicas o sanatorias.

Es más, si lo piensas, hoy en día se considera que la luz solar (tomada en su justa medida) ayuda a aumentar los niveles de vitamina D, consiguiendo con ello mejorar el estado de salud de las personas.

La cromoterapia en la India

Por su parte, en la India, se sabe que el médico conocido con el nombre Charaka, que vivió en el siglo VI a. C. y siguiendo los preceptos de la medicina tradicional india, conocida como Ayurveda, también recomendaba el uso de la luz solar para tratar diferentes dolencias.

La cromoterapia en la Grecia clásica y helenística

En épocas posteriores, en la época de la Grecia clásica y helenística, la tradición hermética recuperó toda esta sabiduría para aplicarla con fines terapéuticos junto con otros elementos a los que les atribuían propiedades curativas como son los minerales de colores, las piedras o los cristales.

La cromoterapia en el siglo XIX

Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX cuando la cromoterapia adquirió una verdadera relevancia. Así, algunos personajes como Pleasanton realizaron algunos experimentos (con mayor o menor fortuna) utilizando determinados espectros de luz para hacer crecer las plantas a mayor velocidad.

Otros como Edwin Babbit, desarrollaron teorías más elaboradas asociando determinadas propiedades a los colores:

  • Rojo: sirve para estimular el flujo sanguíneo. Es aconsejado para revertir el cansancio físico o el reumatismo crónico.
  • Amarillo: estimula el sistema nervioso y tiene propiedades laxantes o purgantes. Además de mejorar determinadas afecciones respiratorias.
  • Violeta y azul: tienen propiedades calmantes y antiinflamatorias y se podría utilizar para tratar la inestabilidad nerviosa, el dolor de cabeza o la irritabilidad.

Según su teoría, todos los órganos vitales tienen conexión directa con la piel a través de las arterias y capilares y el uso de luces de colores tiene un impacto que afecta al torrente sanguíneo y, por tanto, a estos órganos.

Así, Babbit llegó a crear incluso un cabina de tratamientos conocida como Thermolume en la que se utilizaban cristales de color en combinación con la luz natural para tratar diferentes afecciones, focalizando dicha luz en distintas partes del cuerpo.

La cromoterapia en el siglo XX

En el siglo XX, asistimos a la aparición del primer libro propiamente dicho sobre la cromoterapia, escrito por Ghadiali en 1927, titulado Spectro-Chrome Encyclopaedia. En él se buscaba un enfoque más “científico” en el sentido de que intentaba demostrar cómo la estructura química de los colores era capaz de atravesar diferentes zonas del cuerpo para generar beneficios en la salud del paciente.

Más tarde, Klotsche, al que podríamos considerar como un seguidor de Ghadiali, fue un poco más allá y estableció una relación entre los chakras, es decir, las zonas energéticas del cuerpo conectadas a la espina dorsal y el tratamiento de los colores.

De tal forma que:

  • El rojo se relaciona con el chakra raíz.
  • El naranja con el chakra sagrado.
  • El verde con el chakra del corazón.
  • El azul con el chakra laríngeo.
  • El índigo con el chakra del tercer ojo.
  • El violeta con el chakra de la corona de la cabeza.
  • El blanco, al que considera la mezcla más perfecta de todos los colores.

Con esta teoría, Klotsche, pretendía demostrar que el balance de todos los colores es lo que producía la curación debido a la activación de la energía electromagnética que existe alrededor del cuerpo.

Sin embargo, a medida que se fue desarrollando la práctica médica y se fue conociendo mejor el funcionamiento del cuerpo humano, se empezaron a dejar a un lado estas teorías místicas porque no producía resultados inmediatos y mucho menos medibles.

No así con la psicología, donde desde los años setenta algunos autores como Hassan retomaron el estudio de la cromoterapia para entender qué efectos producían los colores en los diferentes estados mentales y de ánimo de los pacientes.

Así, concluyó que, por ejemplo, los colores cálidos ayudaban a mejorar el movimiento respiratorio o a reducir la frecuencia de parpadeo y que los colores fríos tenían un efecto relajante y ayudaban a reducir la ansiedad.

Sea como sea, a día de hoy resulta complicado saber a ciencia cierta (y nunca mejor dicho) si los colores ayudan o no en el tratamiento de enfermedades o si afectan a los estados de ánimo.

Algunas personas lo consideran directamente una pseudociencia y otros con un enfoque científico y constructivo nos plantean que quizás hemos infravalorado el potencial terapéutico de los colores.

Este es el caso del artículo académico A Critical Analysis of Chromotherapy and Its Scientific Evolution, del departamento de Física de la Universidad de Pakistán, de donde he podido extraer muchos de los datos que he relatado en este artículo y que apuesta por volver a retomar los estudios científicos para clarificar muchas de las preguntas que todavía quedan abiertas como esta:

¿Curan los colores?

El misterio sigue sin resolverse.

Dónde disfrutar de la cromoterapia

Las Caldas Villa Termal, Oviedo (Asturias)

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Muy cerquita de Oviedo se alza este increíble complejo hotelero integrado por el magnífico Gran Hotel Las Caldas Wellness Clinic 5* y el Hotel Las Caldas Spa & Sport 4*, junto con centro de convenciones, zona de aguas y clínica. Imagínate relajarte en un edificio histórico, nadar en la piscina cubierta con aguas mineromedicinales y entrar en un estado de sopor sumergido en las aguas templadas mientras las luces de la piscina van tornando en diferentes combinaciones cromáticas de púrpuras y rosados… ¡toda una experiencia inolvidable!

Página Web

Spa Domus Áurea, Carranque, Toledo (Castilla La-Mancha)

Camas térmicas del Spa Domus Aurea

Spa Domus Aurea ambientado en la antigua casa de Nerón.

Si quieres disfrutar de una experiencia de cromoterapia inolvidable, el Spa Domus Áurea te está esperando: ambientado en la Antigua Roma, su piscina central termal dispone de luces subacuáticas que van cambiando de tonalidad, pero el punto fuerte es su sala relax con cúpula estrellada. Las estrellitas van cambiando de color mientras las observas recostado en una tumbona térmica de azulejos y rodeado de frescos al más puro estilo latino… ¡Qué relax!

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Spa La Quinta (Santa Úrsula, Tenerife, Canarias)

Se trata de uno de los spas pioneros en la isla de Tenerife y, desde entonces, guarda la misma esencia pero actualizándose a los tiempos de hoy en día. Una de sus innovaciones, por ejemplo, es el juego de luces de que disponen en su piscina central térmica, con cambios progresivos de intensidad y tonalidad que van influyendo en tu estado de relajación…

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Spa Lopesan Costa Meloneras, Meloneras (Gran Canaria)

Flotarium Costa Meloneras

Floraium del Spa Costa Meloneras.

Considerado por muchos uno de los mejores spas de Canarias, el Lopesan Costa Meloneras cuenta con un circuito spa que te transporta desde el trópico más remoto hasta el Polo Norte a través de sus estaciones.

Además, en todo el recorrido los colores y las luces juegan un papel fundamental, como en la sala de relax con lava, que refleja en su cúpula cavernosa una infinidad de colores fruto del impacto de la luz sobre los cristales y piedras que la adornan; o también en la cueva de lava que hace las veces de flotarium, donde puedes relajarte boca arriba mientras te recreas con las tonalidades que se van creando en el techo rocoso… ¡una delicia para los sentidos!

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Acerca del autor:

Interesado en la salud y el bienestar. Estoy en la búsqueda constante de recursos que permitan a las personas llevar una vida más sana y llena de significado.