Las propiedades terapéuticas de los minerales y las piedras preciosas

Cristal de sal rosa

Normalmente pensamos que todo lo relacionado con los minerales, las piedras preciosas o semipreciosas y los poderes que se dice que tienen no son más que leyendas o cuentos esotéricos, y que, a la hora de la verdad, no van más allá de meros objetos decorativos.

Minerales: la energía de la Tierra

Sin embargo, los minerales sí que albergan energía en su interior, ya que provienen de la Tierra y son elementos naturales. Cuanto más puros sean, mayores cualidades y beneficios nos aportarán. Se han realizado numerosos estudios al respecto a lo largo de los años y la mayoría coincide en el poder energético y sanador de algunos cristales o gemas en específico, y no se trata de una invención reciente, sino que ya desde la Antigüedad muchas civilizaciones las utilizaban en sus ritos ancestrales justamente por su carácter mágico y curativo, como hicieran, por ejemplo, los egipcios o los mayas.

Si bien es cierto que poseen energía en su interior, de ninguna forma pueden sustituir tratamientos médicos ni asemejarse a una ciencia, ya que en su vertiente “sanadora” también es esencial que exista un componente de creencia por parte de quien las use. Lo que sí está más extendido es la capacidad de estos minerales de influir en las emociones o carácter de las personas, en la psique, para ayudarlas a sobrellevar situaciones o momentos negativos.

De hecho, y a pesar de que la ciencia ha ido desacreditando estas creencias en los minerales, grandes científicos como Nikola Tesla ya afirmaron en su día que:

La vibración de la energía es fundamental para el entendimiento del universo, demostrando que ciertas formas de energía pueden cambiar la resonancia vibratoria de otras.

Y justamente en ese principio se basan los cristales, piedras, minerales… de las que se dice que influyen en la variación de las células del cuerpo y los chakras (centros de energía específicos situados en nuestro cuerpo) de forma sutil a través de terapias alternativas.

Gemoterapia

Este es el caso, por ejemplo, de la gemoterapia, consistente en la transmisión de buena energía por parte del terapeuta al paciente por medio de los minerales con el fin de establecer un flujo de energía entre ellos y crear así un equilibrio emocional, espiritual, físico y mental. No obstante, para lograr resultados patentes es necesario realizar varias sesiones, reiterando la imposición de los minerales en los puntos de energía del paciente para intentar paliar la dolencia que padece y volver a equilibrar sus emociones. Además, para alcanzar unos resultados óptimos son determinantes las cualidades de las piedras que se seleccionen, su forma, la técnica que se emplee, la zona donde se apliquen y, sobre todo, la predisposición del paciente a recibir la terapia, ya que, si no confía en ella, tampoco estará abierto a que la energía fluya a través de su cuerpo y mente.

Propiedades de las piedras preciosas

En relación con las cualidades de las piedras… ¿sabías qué propiedades posee cada una? Hoy en día existen muchísimas clasificaciones de los minerales: según composición, color, forma… y dependiendo de qué piedra se trate obtendrás unos beneficios distintos. A continuación te hablaremos sobre algunos minerales específicos, para que conozcas un poco más sobre ellos y descubras todo lo que te pueden aportar:

Ojo de tigre: se trata de una piedra semipreciosa de la familia del cuarzo. Su nombre proviene justamente de su aspecto exterior, compuesto por franjas de diferentes colores, amarillas y marrones, como si de un tigre se tratara. Desde antaño se la ha valorado por sus propiedades contra las malas vibraciones y energías, y también por su capacidad de favorecer el equilibrio emocional y mental.

Cuarzo rosa: normalmente considerada como una de las piedras curativas por excelencia y muy apreciada por coleccionistas y amantes de la joyería. Su aspecto es de color rosa, obviamente, y desde siempre se la ha identificado como la piedra del amor y de la amistad.

Jade: pertenece a las piedras semipreciosas, su aspecto es verdoso y destaca su uso para la fabricación de adornos y diferentes utensilios, debido a su dureza y resistencia. Además, de forma extendida se la relaciona con la suerte y la fortuna.

Amatista: su color característico es el violeta más o menos intenso y forma parte de la familia del cuarzo. Los antiguos griegos la empleaban a menudo por la creencia de que albergaba una gran energía positiva que aportaba bienestar físico a quien la portase.

Jaspe rojo: al contrario que las anteriores, se trata de una roca sedimentaria y la podemos encontrar en distintos colores, aunque el más apreciado es el jaspe rojo. Los antiguos la nombraban a menudo en sus escritos , como Plinio El Viejo o Alejandro Magno y se la relaciona con el campo de la sexualidad.

Y tú, ¿qué opinas? ¿Sueles llevar piedras en tu día a día en forma de joya o como complemento? ¿Crees que son efectivas a la hora de mejorar dolencias o estados anímicos?

Acerca del autor:

Cliente habitual de centros de spas y thalasso. Apasionada del mundo wellness y redactora de contenidos sobre bienestar y cuidado personal. Para un día perfecto: jacuzzi con burbujas, chocolaterapia y un healthy brunch.