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Té Matcha: beneficios y recetas para tomar esta bebida legendaria

Lo reconozco, me encanta beber té, desde el blanco al rojo o incluso el azul (que probé una vez). Me parece una bebida que invita a la pausa, a la relajación y, sobre todo, a disfrutar del momento presente a través de ese proceso de infusión ceremonioso.

Por eso, hoy quiero hablarte de un experimento que estoy realizando, me he propuesto beber una taza de té matcha (una variedad de té verde en polvo) durante 10 días seguidos para ver exactamente lo que sucede y comprobar sus efectos positivos en mi organismo.

¿A qué beneficios me refiero?

De acuerdo a numerosos estudios, el té verde posee unos componentes naturales como la teanina, las epigalotequinas galate o la cafeína que ayudan a mejorar la atención, la memoria, a estar más alerta y de mejor humor durante el día.

Pero no solo eso, sino que también se han detectado otros beneficios como:

De hecho, para que te hagas una idea, una sola taza de té matcha contiene tantos antioxidantes como diez tazas de infusión de té verde.

¿Increíble, verdad?

Pues resulta que todos estos beneficios ya eran conocidos por los monjes budistas zen desde hace más de 800 años, quienes adoptaron la práctica de tomarlo diariamente, ya que ayudaban a mantener el equilibrio mental, la claridad de pensamiento y facilitaban la meditación.

Ahora, la ciencia parece confirmar todas estas cualidades beneficiosas y, por eso, ha llegado con fuerza a occidente, donde ya es habitual encontrar el té matcha no solo en las teterías sino en los supermercados y las grandes cadenas de cafeterías.

¿Quieres saber cómo prepararte un auténtico té matcha en casa? Vamos a verlo.

Cómo preparar té matcha

Existen muchísimas formas de hacerlo y todo dependerá del tiempo que tengamos, así que las voy a ordenar de más rápidas a más ceremoniosas. También debes tener en cuenta que, como en todo lo relacionado con la alimentación, la calidad de la materia prima es esencial, así que siempre que puedas intenta comprar el té en herbolarios o tiendas especializadas.

1.- Té matcha en 2 minutos

La forma más fácil que he encontrado es la de comprar el té ya molido y convertido en polvo. Normalmente viene en unos sobres individuales que deben verterse en agua caliente (no superior a 80 grados) y dejarlo infusionar durante unos 2 minutos mientras se revuelve con una cuchara para que se integre totalmente.

2.- Té matcha en 10 minutos

El primer paso consiste en verter un poco de agua caliente en un bowl, pasar los granos de té a través de un colador para conseguir una mezcla más fina. A continuación se debe utilizar una varilla de madera (los más puristas utilizan una especie de brocha de bambú) para que se generen burbujas y se cree una capa pastosa en la superficie como si fuera la espuma del café.

3.- Té matcha con leche (matcha latte) en 10 minutos

¿Quieres tomarlo con leche? También puedes hacerlo. Se ha puesto muy de moda últimamente y una famosa cadena de cafeterías lo ha incorporado a su carta. Sin embargo, no hace falta acudir a una cafetería, ya que suelen añadirle otros componentes no tan sanos ni beneficiosos para el cuerpo como, por ejemplo, el azúcar refinada.

Si quieres hacerlo en casa es muy sencillo. Solo tienes que espolvorear 1 cucharadita de té en una taza con un fondo de agua caliente, revolver bien con una cuchara y luego agregar leche caliente al gusto. Si prefieres, también puedes tomarlo con leche de soja, avena, almendra, coco o avellana. Puedes desplegar toda tu creatividad y hacer pruebas para saber cuál es el sabor que más te convence.

4.- Helado de té matcha en 5 horas

Añade una cucharada del polvo de té matcha en un bowl y revuelvelo para eliminar los grumos. Luego añade leche poco a poco hasta que se disuelva totalmente y llenes completamente el bowl.

A continuación añade alrededor de dos tazas de crema de leche en una cazuela y cocínalo durante unos 5 minutos mientras revuelves la mezcla continuamente.

En otro bowl revuelve una mezcla de dos huevos con panela (azúcar de caña no refinada) o unas gotas de estevia líquida. Cuando se haya integrado todo añádelo a la cazuela junto con el té matcha con leche que ya tenías reservado y cocínalo durante otros 3 minutos.

Espera a que se enfríe y pon la mezcla en el refrigerador durante como mínimo 4 horas para que coja la consistencia deseada.

¡El resultado es espectacular! No te lo pierdas.

5. Ceremonia de té matcha (déjate llevar y no pienses en el tiempo)

La ceremonia del té matcha se remonta a casi 500 años atrás y se cree que fue iniciada por el maestro zen Sen-no-Rikyu basándose en cuatro principios: armonía, respeto, pureza y tranquilidad.

Por tanto, no se trata simplemente de beber una taza de té sino de prestar atención a todos estos elementos para disfrutar de todo el proceso: desde el burbujeante agua hirviendo cayendo sobre el fondo del bowl hasta la degustación pausada y a pequeños sorbos de cada gota de agua de este elixir.

¿Cómo se prepara entonces?

Existen muchas formas de hacerlo pero la más típica es esta:

Primero calienta ligeramente el bowl con un poco de agua, que deberá reposar en el fondo durante unos segundos. Esto sirve para que el recipiente se caliente y luego la mezcla con el té sea más fácil. Retira el agua y limpia con un servilleta el interior para eliminar la humedad.

A continuación, añade el polvo de té matcha (aproximadamente 1 cucharada si quieres que quede una mezcla fina o 2 cucharadas si quieres la mezcla quede más espesa). Posteriormente remueve bien con una brocha de bambú sin presionar demasiado hacia el fondo del bowl durante unos minutos mientras viertes un tercio de agua caliente (a 80 grados aproximadamente). La idea es que se cree un poco de espuma para aportarle más cuerpo y textura.

Importante: presta atención siempre a lo que estés haciendo e intenta que la mente no trate de escapar en otros pensamientos.

Ahora sí, bebe lentamente tu té matcha mientras lo saboreas y eres consciente de todos los matices de sabores.

Conclusión

En conclusión, espero que te animes a probar esta bebida extraordinaria y evocadora de sensaciones asiáticas. Yo ya lo he incorporado a mi rutina diaria (al menos en su vertiente más sencilla y sin ceremonias) y estoy empezando a notar sus múltiples beneficios, sobre todo a nivel de concentración, rapidez mental y mejor humor.

¿Se puede pedir más?

Y ahora te toca a ti. ¿Has probado el té matcha? ¿Quieres compartir con nosotros alguna receta que hayas probado? Estaré encantado de leerte en los comentarios.

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