8 formas diferentes de relajarte y acabar con el estrés

Mujer tumbada sobre lavanda

¿Quién no ha sufrido de estrés en algún momento? Hoy en día es muy  habitual experimentar una sensación casi constante de agobio. Todo se mueve a un ritmo muy acelerado y tener cierta tranquilidad muchas veces se convierte en una tarea imposible:

  • El tráfico a primera hora de la mañana.
  • Las reuniones de trabajo.
  • El trato con clientes o compañero difíciles.
  • Las discusiones de pareja…

Sin embargo, en sí mismo, el estrés no tiene por qué ser negativo. De hecho, es una reacción natural del cuerpo cuando estamos ante una circunstancia de peligro o de amenaza y es muy útil en esos momentos, ya que nos prepara para afrontar ese tipo de situaciones.

El problema es que si el estrés se convierte en algo cotidiano y se prolonga demasiado en el tiempo puede derivar en enfermedades muy graves como:

  • Problemas del corazón.
  • Obesidad.
  • Diabetes tipo 2.
  • Depresión.
  • Ansiedad.
  • Y un largo etcétera.

Por eso, para que puedas vivir una vida un poco menos estresante y protegerte frente a él, te propongo diez formas de relajarte que puedes empezar a poner en práctica hoy mismo.

Aquí las tienes:

1.- Aprende a respirar correctamente

En cuanto aparece el estrés la respiración se vuelve más rápida, el corazón se acelera y todo nuestro organismo se pone en alerta. Para contrarrestar este efecto, tienes que intentar respirar de forma más pausada y profunda.

Para ello, coloca una mano en el vientre e inspira profundamente durante 8 segundos y siente cómo se hincha de aire poco a poco. Luego expúlsalo muy lentamente y repite la operación varias veces.

Además, si tienes la oportunidad de hacerlo con los ojos cerrados y en un lugar tranquilo alejado de ruidos, mucho mejor. Si te sirve de ayuda, yo suelo guiarme por este vídeo de Youtube realizado por Deepak Chopra. Funciona a las mil maravillas, de hecho, tienes que tener cuidado porque puedes quedarte dormido 🙂

2.- Toma mini descansos

Es importante que a lo largo de la jornada laboral tomes pequeños descansos. Lo ideal es que pares de trabajar durante 5 minutos entre horas y aproveches la ocasión para desconectar un poco, tomar un vaso de agua o levantarte del asiento y estirar un poco de las piernas. Haciendo esto lograrás oxigenar el cerebro, favorecer la circulación sanguínea y, lo más importante, rebajar tu nivel de estrés.

Además, es bueno hacer dos descansos en una jornada laboral de 8 horas, no sólo para desconectar y desestresarse sino también para ser más productivos posteriormente. Eso sí, los descansos son sagrados y se deben evitar las conversaciones de trabajo y siempre que comas algo deberás hacerlo de forma pausada y tomándote el tiempo necesario.

Lo mismo ocurre cuando estás fuera del trabajo, esas horas no deben organizarse sólo en base a obligaciones sino que también es imprescindible dedicar tiempo a uno mismo y hacer cosas que nos ayuden a calmar el estado de ánimo.

3.- Elimina las interrupciones

Otro de los factores que más causa estrés son las distracciones y las interrupciones. No existe nada más estresante que las notificaciones de whatsapp, email, facebook, twitter, linkedin, llamadas de teléfono, etc.

Algunas las podrás evitar y otras no, pero al menos durante las horas más productivas del día, en mi caso, a primera hora de la mañana, avisa a tus compañeros de trabajo y a tus clientes de que los atenderás posteriormente. Si lo dices de manera adecuada, no tiene por qué ser un problema.

Además, en tu horario de descanso puedes evitar las notificaciones desactivando la wifi y los datos del móvil e incluso ponerlo en modo avión durante unas horas. Una vez que vuelvas a activarlo te llegarán los mensajes y podrás responderlos, habiendo disfrutado de unas horas de asueto.

4.- Toma baños de agua caliente

Los baños de agua caliente son el elemento esencial que no puede faltar en un día completamente relajante. La buena noticia es que puedes disfrutarlos directamente en tu casa, sólo necesitas llenar la bañera y añadir sales de baño o jabones naturales y podrás disfrutar de un momento de relax insuperable. Si además añades una copa de vino o de tu bebida favorita, ya lo tienes todo para ser feliz.

Ahora bien, ¿por qué son tan buenos para la salud los baños relajantes?

De acuerdo a recientes investigaciones una hora sumergido en agua caliente (a una temperatura ligeramente superior a los 36 grados centígrados) tiene efectos similares a 60 minutos de actividad física moderada. De hecho, es antiinflamatorio y ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre.

En cualquier caso, eso no significa que haya que sustituir la actividad deportiva por los baños de agua caliente, pero si de lo que se trata es de relajarnos, que sepas que tienes esta alternativa a tu disposición.

Incluso, si quieres ir un poco más allá, puedes lograr un efecto todavía mejor acudiendo a una sauna o a un spa, donde además de beneficiarte del vapor y de las aguas caldeadas añades el componente social a la experiencia, indispensables para que tu momento de relax sea perfecto.

5.- Relájate decorando Mandalas

Vishnu Mandala

Mandala de Visnú.

Los mandalas son, según los budistas y los hinduistas, representaciones visuales del cosmos a partir de figuras humanas y geométricas. Estos dibujos de carácter espiritual se llevan comercializando desde hace años y pueden decorarse a nuestro gusto utilizando diferentes colores y formas que podemos ir añadiendo.

La idea es sencilla, mientras estamos pintando los mandalas nos desconectamos de los problemas mundanos y, por supuesto, del estrés. De hecho, muchos terapéutas o psicólogos de renombre como Carl Gustav Jung utilizaban estos elementos para tratar a sus pacientes.

Por eso, mi recomendación es que te adentres en el sugerente mundo de los mandalas, que profundices en sus significados ancestrales y que liberes tu mente de las preocupaciones cotidianas para sumergirte en un mundo de formas, trazos y colores.

6.- Cultiva plantas al estilo Kokedama

Kokedama

Kokedama en Kyoto, by Seyriu-en – CC BY-SA 3.0

Si los mandalas te parecieron atractivos, seguro que te encantará cultivar plantas al estilo Kokedama. Bien es sabido que los japoneses tratan los jardines como si fueran una obra de arte, tratan con mucha delicadeza a las plantas e intentan que luzcan en todo su esplendor.

Así, el arte del Kokedama (que significa bola de musgo en el idioma nipón), consiste en hacer crecer pequeños arbustos, hierbas aromáticas o incluso líquenes sin ningún tipo de soporte en el que anclar sus raíces.

Si no lo has visto nunca te va a sorprender muchísimo, ya que llaman mucho la atención. Sobre todo cuando se cuelgan, aunque también son muy llamativas si se presentan en una pequeña bandeja o recipiente plano.

Al igual que los mandalas, el cultivo de kokedama es una terapia relajante para el que lo practica, puesto que nos obliga a prestar toda nuestra atención a las plantas y nos distrae de todo lo que nos preocupa. Es una forma de entretenerse mientras haces algo positivo, a la vez que ecológico ya que ayudas a crear nuevos de rincones naturales en tu propia casa.

Pruébalo y nos cuentas.

7.- Escucha música relajante

El poder de la música para intervenir en los estados de ánimo está lejos de cualquier duda. Tanto la música como el ruido pueden hacer que estemos tranquilos o que nos pongamos mal de los nervios.

Tal es así, que incluso existe toda una disciplina, la musicoterapia, que estudia cómo utilizar la música para mejorar el estado de salud de las personas. En cualquier caso, por tu propia experiencia personal ya sabes que una música pausada, de melodías sencillas y repetitivas ayudan a sosegar el organismo.

Entonces, cabe preguntarse: ¿qué tipo de música sirve para relajarse?

No tienes por qué ceñirte a un estilo concreto, cada persona es diferente y tiene sus gustos particulares. A mi particularmente me funciona el smooth jazz, es decir, el jazz suave.

Un álbum que te recomiendo es Kind of Blue del trompetista Miles Davis, que además de ser una obra maestra, es un antídoto eficaz con el estrés. Si quieres algo más movido para los momentos en los que estés trabajando, busca algo de jazz brasileño y verás que no te arrepientes de escucharla. Es una música muy cálida y agradable.

Si eres más de música “clásica”, mi recomendación es que escuches las Gymnopedies de Erik Satie. Es como una infusión de tila convertida en sonidos.

8.- Ríndete al dolce far niente

Si todo lo demás no te ha funcionado o quieres llegar a un estado de relax absoluto, entonces sólo queda una fórmula: el dolce far niente. Una expresión italiana que significa “el dulce hacer nada”.

Puede parecer ridículo, pero si lo piensas detenidamente verás que encierra una verdad incontestable: estamos todo el día haciendo cosas, incluso para relajarnos.

¿Qué tal si dejamos de hacer cosas? No se trata de estar sentados en el sofá mirando una pared en blanco, pero sí de tomar el sol, de ir al parque y ver a la gente pasar. Lo que quieras pero que no implique realmente tener que realizar una actividad.

Prueba, por ejemplo, a tener un fin de semana sin los típicos quehaceres, a lo mejor lo que necesitas es estar en casa sin hacer nada. Quizás tomando un baño caliente, quizás escuchando tu música favorita y con el teléfono totalmente desconectado.

A veces lo simple es lo que funciona, tal y como nos relata este bello cuento recitado por el profesor de yoga Ramiro Calle:

Y ahora es tu turno: ¿Qué sueles hacer tú para relajarte?

Cuéntanos tu experiencia en los comentarios.

Acerca del autor:

Interesado en la salud y el bienestar. Estoy en la búsqueda constante de recursos que permitan a las personas llevar una vida más sana y llena de significado.