Por todos es bien sabido que, los efectos de la sauna son beneficiosos para nuestra salud. El simple hecho de entrar en una sauna hará que el ritmo cardíaco aumente, los vasos sanguíneos se dilaten facilitando la circulación sanguínea, del mismo modo que lo hace cuando se practica un ejercicio de intensidad baja o moderada. A pesar de ello, debemos aclarar que meterse en una sauna no es hacer deporte, pero sí aporta numerosos beneficios a nuestro organismo.

Tras hacer ejercicio o una actividad física, la sauna servirá como terapia de desintoxicación y de cura de cuerpo y mente. No importa la edad que tengas, tomarse un baño de vapor es vigorizante y aporta grandes beneficios para la salud.

A continuación, vamos a indicar cuáles son los diferentes tipos de sauna que puedes encontrar,   cuáles son los grandes beneficios de la sauna y por supuesto, vamos a ofrecerte algunos consejos prácticos de seguridad para disfrutar al máximo de la sauna.

Qué es una sauna

Antes de indicar cuáles son los grandes beneficios de la sauna, vamos a hacer una breve pausa para definir qué es una sauna.

Por lo general, una sauna es una sala que se encuentra a una temperatura entre 70º C y 100º C y que hace uso del calor seco con el objetivo de aumentar la temperatura de la piel, favorecer la sudoración y relajar los músculos.

A diferencia de los baños de vapor, en la sauna se utiliza el calor seco para promover una transpiración profunda mientras que, en los baños de vapor se hace uso de calor húmedo para aliviar problemas respiratorios y relajar el cuerpo con una sensación envolvente.

Tipos de saunas

A lo largo de toda la geografía podemos encontrar diferentes tipos de saunas basándose en cómo se calienta la sala. Así por ejemplo, podemos encontrar los siguientes tipos de saunas:

• Sauna con calentador eléctrico: Estas saunas hacen uso de un calentador eléctrico que por lo general está colocado en el suelo y aporta un nivel bajo de humedad.
• Sauna con lámparas de infrarrojos: En este tipo de saunas se utilizan lámparas de infrarrojos que utilizan ondas de luz para calentar el cuerpo de aquellos que se encuentran dentro de la sauna, pero no calientan toda la sala. En este tipo de saunas la temperatura suele estar en torno a los 60º C, que aunque inferior a la de otros tipos de sauna, consigue el mismo efecto.
• Sauna de leña: En este tipo de sauna se eleva la temperatura calentando maderas y piedras de sauna, consiguiendo un ambiente con bajos niveles de humedad y temperatura elevada.

Beneficios de la sauna

Tal y como indicamos anteriormente, la sauna aporta grandes beneficios a nuestro organismo, desde ayudarnos a relajar los músculos a hacer que nuestra piel se vea mejor. Pero lógicamente, no son los únicos beneficios que aporta una sesión de sauna. 

A continuación, te indicamos cuáles son los principales beneficios de la sauna:

1. Alivia el estrés: El calor de la sauna mejora la circulación sanguínea, ayuda a relajarnos y a producir una sensación de bienestar que te ayudará a aliviar el estrés. Mantiene estables las hormonas de la tiroides, la insulina, la testosterona y el estrógeno.
2. Mejora la salud cardiovascular: La sauna es magnífica para mejorar la salud cardiovascular. Al reducir el estrés, se produce un menor riesgo de afecciones cardiovasculares. La sauna reduce las probabilidades de sufrir un paro cardíaco y de morir de una enfermedad cardiovascular.
3. Alivia el dolor muscular y articular: Con la mejora de la circulación, la sauna ayuda a reducir el dolor muscular, a mejorar el movimiento de las articulaciones y aliviar el dolor de la artritis.
4. Ayuda a reducir los signos del envejecimiento: La sauna, a través de la estimulación de la producción de colágeno y elastina, ayuda a que tu piel se vea más joven y saludable.
5. Limpia la piel en profundidad: Al provocar la sudoración, la sauna ayuda a abrir los poros de la piel y facilita la eliminación de impurezas, la eliminación de las bacterias de la piel y a disminuir el acné. Además, el calor de la sauna favorece la producción de colágeno, que aporta elasticidad a la piel. Por tanto, al salir de la sauna tu piel se verá mucho más limpia y bonita.
6. Ayuda a conciliar el sueño: La sensación de estar bien que aporta la sauna es ideal para conciliar el sueño. Al salir de la sauna no solo dormirás mejor, sino también mejorará la calidad del sueño y despertarás con una sensación de paz.
7. Aumenta la longevidad: Aunque no queda claro a qué es debido,algunos estudios aseguran que aquellos que suelen acudir a saunas, viven más tiempo. Quizás sea por reducir sus niveles de estrés o por la sensación de bienestar que aporta la sauna, pero de una forma u otra, descansar en una sauna será una excelente elección, a cualquier edad. 
8. Alivia el asma y otras enfermedades respiratorias: El calor que se experimenta en las saunas favorece la apertura de las vías respiratorias, la relajación de los músculos del pecho y reduce la sensación de ahogo.
9. Alivia los síntomas asociados con la depresión: El efecto de bienestar que aporta la sauna, ayuda a aliviar los síntomas de la depresión, de enfermedades autoinmunes, migrañas, fatiga, reduce el dolor crónico y espondilitis anquilosante.
10. Ayuda a la cicatrización de heridas: El calor de la sauna favorece significativamente en la cicatrización de tejidos y heridas, incluso en lesiones de la retina.

Estos son los diez principales beneficios de la sauna. Si preguntásemos a aquellos usuarios que acaban de tomar una sauna, la mayoría de ellos pueden confirmarlo, pero sobre todo destacarían el bienestar y la relajación que se siente tras salir de la sauna.

Consejos prácticos de seguridad para disfrutar de una sauna

Seguidamente, te dejamos con algunos consejos prácticos de seguridad para disfrutar de una sesión de sauna: 

• Viste adecuadamente para entrar en la sauna. Usa ropa suelta, un traje de baño o una toalla. La ropa ceñida y pesada puede provocar sobrecalentamiento. Protege tu pelo con un gorro de ducha y quítate las joyas para evitar quemaduras en la piel.
• Realiza sesiones de sauna cortas. Se recomienda estar en el interior de la sauna de 15 a 20 minutos.
• Vigila cómo te sientes. Si eres sensible al calor, te notas mareado o empiezas a sentirte incómodo, sal de la sauna de inmediato.
• Durante la sesión de sauna mantente hidratado. Bebe agua antes y después de entrar en la sauna. El agua mineral o los zumos te ayudarán a reemplazar los electrolitos perdidos por la sudoración.
• Disfruta de la sauna siempre acompañado. Se recomienda tomar saunas siempre acompañado, ya sea de un amigo o familiar, de esta forma, podréis pedir ayuda o socorreros en el caso de que ocurra algún problema.
• Al salir de la sauna, no olvides tumbarte durante unos 10 minutos y dúchate con agua fría para ayudar a tu cuerpo a recuperar los niveles normales de temperatura.

Con estos consejos de seguridad disfrutarás de tu sauna y de sus grandes beneficios para el organismo.

Uso correcto de la sauna

Para terminar, a modo de resumen, vamos a indicar unas pautas sobre el uso correcto de la sauna. Para que, tu próxima sesión de sauna sea todo un éxito.

A veces no resulta sencillo sacar tiempo para acudir a una sauna. Pero a diferencia de lo que muchos creen, no es necesario estar mucho tiempo en la sauna para notar sus beneficios.  Así por ejemplo, con tomar una sesión de sauna de 20 minutos es suficiente. 

Se recomienda acudir a la sauna 4 ó 5 veces por semana y estar en su interior de 15 a 20 minutos. En ningún caso debemos superar los 25 minutos. La temperatura de la sauna debe estar entre 80º C y 90º C.

Por otro lado, has de saber que aunque aporta numerosos beneficios, no siempre es bueno someter nuestro cuerpo a altas temperaturas. No todo el mundo puede entrar en una sauna. Si padeces de corazón, tienes problemas venosos crónicos o problemas de circulación, así como tensión arterial alta, enfermedades inflamatorias agudas, glaucoma o hipertiroidismo, la sauna no está hecha para ti. Ante la duda, recomendamos consultar con un médico o profesional de la salud. 

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